Io (mitología) , la enciclopedia libre
En la mitología greco-romana, Io o Ío (en griego antiguo, Ἰώ), a veces escrita en castellano antiguo como Ioo o Yoo, fue la madre de Épafo en su unión con Zeus. Debido a que Zeus le había negado a Hera haber tenido unión sexual con Ío, según cuenta por primera vez Hesíodo, que «los juramentos que nacen por amor no atraen la cólera de los dioses si son quebrados».[1] Algunos comparan a Ío con Caliciesa (Καλλιθύεσσα) la primera sacerdotisa de Atenea[2] y otros más como la primera sacerdotisa de la Hera argiva.[3] Los antiguos conectaban a Ío con la Luna.[4] En la Forónida se habla del culto a Hera Argiva, Calítoe (Καλλιθόη) es otro nombre de Ío, la hija de ínaco, y es también una precursora, dentro de la tónica del poema, ya que es la primera que adornó el pilar de la diosa.[5]
Familia
[editar]La doncella Ío, ya desde los trágicos griegos, es referida como hija del dios fluvial Ínaco.[6] En esta variante su madre es entonces la oceánide Argía, también conocida por otros autores como Melia.[7] En la versión más antigua, atestiguada por Hesíodo, era hija de Pirén, a su vez hijo de Argos.[8] Pero aún existieron algunas variantes más, siempre dentro de la estirpe de Ínaco o Foroneo. Así algunos la imaginaron como hija de Yaso, a su vez hijo de Argos y de Ismene, hija de Asopo.[9] En esa variante la madre de Ío es Léucane.[10] No obstante se creen que en el poema épico de la Danaida la sucesión genealógica es así: ínaco - Ío (Zeus) - Dánao, probablemente en un relato en el que todavía no se hubieron añadido elementos no griegos en la historia de Ío.[11]
Mitología
[editar]Versión de Apolodoro
[editar]A esta Ío, sacerdotisa de Hera, la sedujo Zeus, pero descubierto por la diosa, tocando a la muchacha la transformó en vaca blanca[12] y juró que no se había unido a ella. Hera pidió la vaca a Zeus y le puso como guardián a Argos Panoptes. Argos ató la vaca a un olivo que había en el bosque de Micenas. Zeus encargó a Hermes que la robara, pero éste, como al delatarlo Hiérace no pudo hacerlo a escondidas, mató a Argos de una pedrada, por lo que recibió el sobrenombre de Argifontes («matador de Argos»).[13] Entonces Hera envió un tábano en persecución de la vaca,[14] la cual primero se dirigió al golfo por ella denominado Jónico, luego a Iliria y, habiendo recorrido en monte Hemo, cruzó el llamado entonces estrecho Tracio y ahora, desde su paso, Bósforo («paso de la vaca»). Siguió hasta Escitia y la tierra Cimeria y, después de andar errante por varias regiones, atravesó a nado muchos mares de Europa y Asia hasta que, finalmente, llegó a Egipto, donde, recuperada su forma primigenia, dio a luz un hijo, Épafo, junto al río Nilo.[15] Hera pidió a los Curetes que lo ocultaran y ellos así lo hicieron. Zeus al saberlo aniquiló a los Curetes e Ío salió en busca de su hijo vagando por toda Siria (pues le había sido revelado que allí lo criaba la esposa del rey de Biblos); una vez encontrado Épafo, volvió a Egipto y se casó con Telégono, a la sazón rey de los egipcios.[16] Erigió una estatua de Deméter, a quien los egipcios llamaron Isis —nombre con que también designaron a Ío.[3]
Versiones tardías
[editar]El dios Zeus se le presentaba en sueños incitando a que le entregara su cuerpo en el lago de Lerna.[17] Cuando la joven le contó esto a su padre, Ínaco fue a consultar al oráculo, que le aconsejó que la expulsara de su casa o Zeus aniquilaría con su rayo a toda su estirpe. Ínaco obedeció y fingió no saber nada de su hija, pero al poco tiempo se arrepintió y envió a Cirno para que la buscase. Este llegó hasta el Quersoneso de Caria, y al no encontrarla se instaló allí por miedo a regresar sin cumplir su misión, fundó una ciudad y se convirtió en rey de parte del territorio.[18] Lo mismo ocurrió con Lirco, enviado también por Ínaco y que terminó habitando en Caria y casándose con la hija del rey Cauno.[19] También Io era la ascendiente de la estirpe de los bizantinos, a través de Ceróesa, la hija que tuvo de Zeus en el lugar donde posteriormente se levantaría esta ciudad.[20]
Versión de Heródoto
[editar]Según relata Heródoto en su obra Historias, los persas sostenían la tradición de que Io había sido raptada al subir a un barco mercante fenicio cuando, junto a otras mujeres, compraba mercancías. Los griegos, para vengar el rapto de Io, raptaron a su vez a la princesa Europa, hija del rey de Tiro, y después a Medea, hija del rey de la Cólquide. Posteriormente los troyanos raptaron a Helena de Esparta, lo que fue el detonante de la guerra de Troya. Sin embargo, Heródoto también menciona que los fenicios argumentaban que Ío se fugó con los fenicios por voluntad propia, luego de haber mantenido relaciones sexuales con el patrón del barco fenicio y haber quedado embarazada. Estos raptos míticos eran considerados causa de la enemistad entre griegos y persas.[21]
Versión de Juan Malalas
[editar]En los mencionados años de Pico Zeus, cierta persona de la tribu de Jafet [Jápeto] apareció en las partes occidentales, en la tierra de los argivos, cuyo nombre era Ínaco. Fue él quien gobernó por primera vez en aquel país, y fundó allí una ciudad, a la que llamó Iópolis, del nombre de la Luna [Selene], a la que honraba. Los argivos tienen un nombre oculto para la Luna, y la llamaban Io en secreto hasta hace poco. Construyó un santuario a Selene en la ciudad, y le erigió una estela/estatua de bronce, en la que escribió «Ia Bendita portadora de la antorcha». Este Ínaco tomó por esposa a una mujer llamada Melia, de la que tuvo tres hijos, Caso, Belo, y una hija a la que llamó Io por el nombre de la Luna. La hija era extremadamente hermosa. Entonces Pico o Zeus se enteró de que Ínaco tenía una hija virgen y hermosa. Así que el rey de las partes occidentales envió a buscar y raptó a Ío, la hija de Ínaco, y la violó, dejándola embarazada. De ella tuvo una hija a la que llamó Libia. Pero Io reaccionó negativamente a este incidente y no quiso estar con Pico. Se desentendió de él y de todo el mundo. Humillada, dejó atrás a su hija y a su padre Ínaco y se embarcó rumbo a Egipto. Una vez en Egipto, Io se quedó allí. Después de un tiempo, se enteró de que Hermes, el hijo de Zeus Pico, era rey de Egipto. Temerosa de Hermes, partió hacia Siria, al monte Silpión.[22]
Mitología comparada
[editar]Por el simbolismo de su historia, Io se identifica con la diosa egipcia Isis, y con la Astarté fenicia, mezclándose atributos e historias de las tres. No en vano también se dice que Isis es hija de Ínaco.[23] Diodoro Sículo dice que a ella, unos la llaman Isis, otros, Deméter, otros, Tesmóforo, otros, Selene, otros Hera, otros, con todas las denominaciones. Y afirman los egipcios que Isis ha sido la inventora de muchos fármacos para la salud y que tiene gran experiencia en la ciencia médica; y, por tanto, agraciada con la inmortalidad, se complace muchísimo en las curaciones de los hombres y da remedios durante los sueños a quienes se lo piden, mostrando claramente su propia aparición y su beneficio para con los hombres que lo necesitan. Y, como pruebas de eso, afirman que ellos ofrecen no mitologías como los griegos, sino hechos evidentes: casi todo el mundo habitado testifica en su favor afanándose en sus honras por su aparición en las curaciones.[24] Higino dice que Isis fue la primera que inventó el velamen, pues mientras buscaba a su hijo Harpócrates puso velas a una navecilla.[25] Entre los egipcios se cree que Apis es el dios cuya presencia es más manifiesta. Nace de una vaca sobre la que ha caído un rayo de luz del cielo que ha provocado su engendramiento. Los griegos lo llaman Épafo lo atribuyen a su madre, la argiva Ío, hija de Ínaco. Los egipcios, sin embargo, rechazan la historia por falsa y apelan al tiempo como testigo, pues sostienen que Épafo nació tarde, mientras que el primer Apis visitó la humanidad muchos, muchos miles de años antes.[26][26]
Io en las literaturas hispánicas
[editar]El mito fue tratado en castellano por Manuel Bravo de Velasco, quien en 1641 publicó la Fábula de Júpiter y Io en octavas reales; Jerónimo de Cáncer y Velasco incluyó en sus Obras varias poéticas la Fábula de Io y Júpiter, ya en tono burlesco. Alonso de Castillo Solórzano continuó ese tono burlesco en la Canción de Io cuando la desterró Juno poniéndole tábanos en la cola, transformada en vaca. José María de Cossío habla también de dos romances anónimos de Io y Siringa, que se encuentran en un mismo manuscrito de la Biblioteca Nacional de España (Ms. 3.815, pp. 65 y 70). «Uno y otro se caracterizan por el predominio del ingenio y del concepto, que les hace ejemplares de una corriente conceptista, más frecuente en poemas burlescos que en los que la materia mitológica está tratada en serio», apunta Cossío.[27] Hay también una Fábula burlesca de Júpiter y Io de Juan del Valle y Caviedes y una zarzuela, Júpiter y Yoo de 1699, con música de Sebastián Durón y letra del conde de Clavijo.[28]
Io en la pintura
[editar]Juno descubriendo a Júpiter con Ío es un cuadro del pintor Pieter Lastman, realizado en 1618, que se encuentra en la National Gallery de Londres. Lastman, maestro de Rembrandt, lo pintó en Ámsterdam, como casi toda su obra. Otros artistas como Correggio en su obra Júpiter e Ío, Rubens, Ambrogio Figino o Andrea Schiavone trataron el tema.
Véase también
[editar]- Prometeo encadenado, tragedia atribuida tradicionalmente a Esquilo.
- Categoría:Ío (ópera)
Referencias
[editar]- ↑ Esta atribución, atestiguada desde Hesíodo, es referida en varios autores, como en el escolio a Platón, El Banquete 183 lb; Hesiquio A 8771; o Pseudo-Apolodoro, Biblioteca mitológica II 1, 3
- ↑ Hesiquio de Alejandría sub Ὶὼ Καλλιθύεσσα; cf. Hesíodo, fr. 125; Caliciesa en mencionada en primer lugar en un escolio a Arato, Fenómenos, 161
- ↑ a b Heródoro: Historias: II 59 ; Luciano: Diálogos de los dioses 3; Diodoro Sículo: Biblioteca histórica, I 13, 5: 25, 1; 96, 5.
- ↑ Eustacio de Tesalónica, comentario sobre Dionisio Periegetea, 92; Suda s.v. "Io", Hesiqiuio, s.v. "Io".
- ↑ Forónida, fr. 4; cf. Pausanias, Descripción de Grecia, II 17, 5; Clemente de Alejandría, Stromateis I, pág. 151
- ↑ Esquilo: Prometeo encadenado, 590; Pseudo-Apolodoro: Biblioteca mitológica, II 1, 3; Herodoto: Historias I, 1; Ovidio: Metamorfosis I 583.
- ↑ Higino: Fábulas 145, 2 (Higino es el único autor en dar la filiación materna explícita de Ío cuando se la imagina como hija de Ínaco).
- ↑ Hesíodo: Catálogo de mujeres fr. 124 (West), citado en Hesiquio A 8771 y Herodiano II, 923, 7
- ↑ Pseudo-Apolodoro: Biblioteca mitológica II 1, 3
- ↑ Escolio sobre Eurípides: Orestes, 932
- ↑ Robert Loius Fowler: Early Greek Mythography (volumen 2), pág.299
- ↑ Ovidio: Las metamorfosis, 1 611 ss; según Esquilo: Las suplicantes, 291 ss., fue Hera la que, para evitar que Zeus se uniera con Ío transformó a ésta en vaca, pero Zeus entonces adoptó la forma de toro.
- ↑ Hera recogió los múltiples ojos de Argos y los puso en las plumas del pavo real (Ovidio: Las Metamorfosis. 1 722-3). Otros dicen que a Hermes se le llamó Eriunio, «ladrón muy grande» (Etymologicum Magnum 374, 18).
- ↑ Esquilo: Prometeo 589, 681; id. Las suplicantes. 308, 541 y 572; Virgilio, Geórgicas. 111 152-3. En Ovidio: Las metamorfosis 1, 725 SS., es una Erinis lo que Hera envía contra Ío.
- ↑ Esquilo: Prometeo. 846 ss ;id. Las suplicantes. 313-315; Ovidio, Las metamorfosis. 1 748 ss.; Higino: Fábulas, 145
- ↑ De este Telégono solo se sabe que fue un rey de Egipcio
- ↑ Ovidio:, Las metamorfosis I, 588 y 589.
- Texto español; trad. de Ana Pérez Vega, en el sitio de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
- Júpiter e Io (I) en Las metamorfosis, I, 567 - 623 (en el texto latino, 568 - 621): texto español en Wikisource.
- Argos en Las metamorfosis, I, 624 - 687 (en el texto latino, 622 - 688): texto español en Wikisource.
- Júpiter e Io (II) en Las metamorfosis, I, 712 - 748 (en el texto latino, 714 - 747): texto español en Wikisource.
- Las metamorfosis, I: texto latino en Wikisource.
- ↑ Diodoro Sículo V,60.
- ↑ Partenio de Nicea, I.
- ↑ Esteban de Bizancio, voz «Bizancio»; Procopio: De aed. I, 5
- ↑ Heródoto (2000 c. 430 A.C.]: Historia, Libros I-II, I 1-5, pp. 16-19. Editorial Gredos.
- ↑ Juan Malalas: Crónica § 2.28
- ↑ Calímaco: epigramas 58
- ↑ Diodoro Sículo: Biblioteca histórica I 25 1-4
- ↑ Higino: Fábulas, 277
- ↑ a b Claudio Eliano: Sobre los animales 11, 10
- ↑ José María de Cossío, Fábulas mitológicas en España, pp. 751 y 752
- ↑ Barrera, Trinidad (1979). ««La fábula burlesca de Júpiter y Io» de Juan del Valle y Caviedes». Anales de Literatura Hispanoamericana 8.
Enlaces externos
[editar]- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Ío.
- Cerca de 250 imágenes de Ío Archivado el 17 de diciembre de 2013 en Wayback Machine., en la Base de Datos Iconográfica del Instituto Warburg.
- Júpiter e Io, en el sitio Iconos, de la Cátedra de Iconografía e Iconología del Departamento de Historia del Arte de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Roma "La Sapienza"; en italiano.
- Iconografía y referencias, en el mismo sitio.
- Io y Júpiter en los grabados de Goltzius. Colección De Verda.
- Hermes y Argos; en el sitio Iconos, en italiano.
- Iconografía y referencias, en el mismo sitio.