Coñaripe , la enciclopedia libre
Coñaripe | ||
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Localidad | ||
![]() Vista del centro de Coñaripe. | ||
Coordenadas | 39°34′04″S 72°00′27″O / -39.5679, -72.0075 | |
Entidad | Localidad | |
• País | ![]() | |
• Región | ![]() | |
• Provincia | Valdivia | |
• Comuna | Panguipulli | |
Superficie | ||
• Total | 2,16 km² | |
Altitud | ||
• Media | 227 m s. n. m. | |
Población (2024) | ||
• Total | 1547 hab. | |
• Densidad | 683,8 hab./km² | |
Coñaripe o Kona Rüpü (del mapudungún kona rüpü, «sendero del kona, voluntariosos servidores de la comunidad«) es una comunidad mapuche y a su vez un poblado de la comuna de Panguipulli, de 1477 habitantes[1] (censo de 2013) ubicado en la ribera oriente del lago Calafquén, en la Región de Los Ríos (Chile).[2]
Historia
[editar]Poblado desde principios de holoceno (12.000 años antes del presente) según relatos orales mapunche que hablan de un arenal fino o "püchükorrelentu" que se extendía entre los lagos Pellaifa y Calafquén cuando llegan al valle los primeros ancestros, situación que coincide con el período geológico de derretimiento glaciar que dio paso a la creación de un gran lago que posteriormente se dividió en dos, dando lugar a los ya mencionados lagos y al arenal en medio de estos.
De los relatos orales mapunche y del estudio geomorfológico del territorio se pueden hacer coincidir periodos de la historia natural del valle y de los ecosistemas de bosques templados lluviosos australes en general, como lo son el aumento del nivel del mar y lagos por el derretimiento de glaciares asociado al relato del "Tripai lakfen" (Salida del mar o lago) ya mencionados, o la erosión volcánica forjadora del paisaje en el relato del "Pillañ weichan" (Guerra de los volcanes).
El nombre original del valle y de la comunidad mapunche ancestral es "Kona Rüpü Mapu", lo que derivó en la palabra castellanizada "Coñaripe" para nombrar este territorio.
Durante este extenso período de habitar humano y de las relaciones constantes con otros grupos humanos mapunche, así como también probablemente del arribo de otras poblaciones indígenas no mapunche, se desarrolló una rica cultura, representada en la creación/descubrimiento de la espiritualidad, la ética, la ciencia y el derecho propio mapuche característicos de esta zona, así como también la industria lítica y ósea, el arte textil, cerámico y en madera.
Probablemente en el siglo XV algunas incursiones del Imperio Inca se acercaron al territorio (en las cercanías de la actual Villarrica)
Ya en el siglo XVI de la era cristiana arriban al territorio los primeros europeos, españoles exploradores en busca de minerales valiosos, llegados junto a Pedro de Valdivia, que a unos 50 km al noroeste, funda en 1541 la ciudad de Santa Magdalena de la Villarrica, cercana a yacimientos de oro.
El acceso dificultoso por la geografía del lugar y el tesón con que la población nativa protege su territorio y su cosmovivencia cotidiana (espiritualidad, ética, ciencia y derecho), hicieron de Coñaripe un lugar de refugio.
A finales del siglo XIX los recientes Estados nación emprenden campañas militares conjuntas para apoderarse del territorio indígena; la Pacificación de la Araucanía en 1881 por parte del Estado de Chile en el "Ngulumapu" al oeste de la cordillera y la Conquista del Desierto en 1879 por parte del Estado de Argentina en el "Puelmapu" al este de la cordillera. En ambas campañas se comenten crímenes de guerra como el Desplazamiento forzado de poblaciones humanas y Genocidio.
Durante esta época Coñaripe alberga gran cantidad de refugiados de ambos lados de la cordillera producto de la guerra y el genocidio, lo que se puede inferir tanto de fuentes históricas como del relatos orales mapunche que hablan de gran cantidad de mujeres vestidas con cueros de guanacos o "luang" a la usanza puelche (mapunche de las pampas) cargando a o sus hijos lactantes que llegan desde lugares tan lejanos hacia el sur como el Chubut, Puelmapu, Argentina.
Ya asentados los estados nación luego de finalizada la guerra en 1884, Coñaripe queda dentro de la soberanía de la República de Chile, pero no es sino hasta ya entrado el siglo XX cuando sus fronteras naturales son cruzadas por mercaderes chilenos llamados "mercanchifles". En 1908 llegan los primeros misioneros a Coñaripe, capuchinos bávaros desde la misión de Panguipulli al sur, enfrentándose a la resistencia y desconfianza de los mapunche de esta zona. En el libro que cuenta la historia de las misiones católicas de la Araucanía en esta época, queda plasmado que Coñaripe era el único poblado misional en el cual no habían vecinos chilenos aún, siendo íntegramente habitado por población mapunche.
Así mismo los sacerdotes capuchinos al mando del Padre Sigisfredo empiezan a aconsejar el "regularizar" la propiedad colectiva de los Lof o comunidades dejándolas tituladas a nombre de los lonko o jefes de la comunidad como forma de prevenir eventuales robos y usurpaciones debido al contexto generalizado en la Araucanía de pérdidas de tierras mapuche mediante engaños a manos de colonos y especuladores chilenos y extranjeros.
El Estado de Chile ya se había apoderado de facto de todo el territorio indígena al sur del río Bio Bio, por lo que al regularizar o titular la tierra lo que se estaba haciendo era ordenar y formalizar una determinada y reducida cantidad del territorio ancestral de cada comunidad; el Fisco entrega a Merced o a "beneficio" una porción del territorio ancestral a cada jefe, lonko o cabecilla de lof o parte de lof, renombrado a estos últimos como Reducción de Indígenas o Reserva de Indígenas probablemente inspirados en el modelo de colonización norteamericano de reducciones.
En el caso de Coñaripe, el territorio del valle del Kona Rüpü Mapu Lof queda inscrito unilateralmente por parte del Estado en tres Títulos de Merced de Indígenas entre los años 1909 y 1913, Reducción de Carlos Antimilla, Reducción de José María Lemonao y Reducción de Juan Antiqueo, quienes eran los lonko o cabecillas de ese momento y habían sido bautizados con nombres cristianos recientemente.
El Padre Sigisfredo fue un defensor de los derechos de los pueblos indígenas y luchó contra toda clase de artimañas y abusos cometidos por parte de los mencionados colonos estafadores amparados por toda la naciente burocracia chilena corrompida, negligente y servil a los intereses de colonización, mediante cientos de cartas de denuncia a favor de los mapunche. A raís de sus escritos sabemos que ayudó a la comunidad mapunche de Coñaripe a ampliar el territorio que el Estado quería otorgarles; en un primer momento solo se entregarían 2000 hectáreas pero gracias a su intervención, explicó que los mapunche ocupaban las zonas altas del valle como zonas de veranada para engordar a los animales, además de ser bosques ricos en biodiversidad que proveen alimentos y materiales diversos, es por ello que el título de merced de Carlos Antimilla posee 5200 hectáreas (además de las otorgadas al lof en los otros 2 títulos de merced), el más grande de la región de Los Ríos y uno de los más grandes de la Araucanía.
Se documenta igualmente en sus cartas una suerte de rivalidad con los geomensores de tierras, quienes eran unos eruditos en la materia de medir el área de las tierras y crear planos y mapas ayudados por brújulas y otros instrumentos que marcaban el azimut magnético. Es probable que la masonería, creencia que profesaban los geomensores, no fuera del agrado de los sacerdotes capuchinos, y viceversa, puesto que los masones tampoco se llevaban del todo bien con los sacerdotes católicos. Esta situación probablemente fue la que ocasionó que el proceso de mensura y registro del predio de 100 hectáreas de La Misión de Coñaripe quedara inconclusa, provocando que la Iglesia Católica nunca tuviera registrada la propiedad de este predio, ya que en la década de 1980 solo lograron inscribir el "permiso para ocupar" que les dio el presidente Montt en 1908. Esto explicaría porque al prolijo sacerdote y abogado Sigisfredo se le escapó el gran detalle de transformar este "permiso para ocupar" de su misión, en un título de dominio inscrito en el Conservador de Bines Rices de Valdivia.
En 1914, es probable que con el comienzo de la primera guerra mundial dejara de llegarle apoyo desde Alemania a Sigisfredo, por lo cual su apoyo y lucha contra la corrupción y el despojo se debilita hasta desaparecer, incluso llegando a apoyar a los mismos colonos corruptos con los que alguna vez se enfrentó, para que estos pudieran ascender a cargos políticos en Valdivia.
La colonización extranjera y nacional otorgaba un carácter civilizador que el Estado pretendía imponer sobre la población indígena y, al mismo tiempo, constituía una estrategia que permitía la expansión de la soberanía nacional hacia los territorios del sur.3
En 1931 se promulga el decreto supremo N.º 4363, conocido como Ley de bosques, mediante el cual se estableció la aptitud forestal de los terrenos, se contemplaron recursos y exenciones tributarias para incentivar la producción forestal. Debido a esto arriban al territorio colonos y "firmas" madereras, así como también arriban trabajadores camineros y comerciantes. Por ese entonces los colonos forman un caserío junto al lago, arrendando las tierras de Carlos Antimilla. Este poblado empieza a funcionar para abastecer a la población dependiente de la creciente industria maderera local. Las maderas explotadas eran de especies nativas de la zona, tales como el coihue, raulí, y roble (koyam) que fueron empleadas principalmente para la elaboración de durmientes ferroviarios, así como tambíen para exportación.
En 1946 llega la monja antropóloga viajera alemana Inez Hilger, quien documenta y fotografía la realidad cotidiana de la población mapunche, con especial énfasis en la infancia y la crianza publicando un libro con sus investigaciones. En 1956 Inez vuelve al territorio a entrevistar a una mujer mapunche anciana sobre la cotidianidad y la alimentación y publica estos escritos en 1960 con el nombre de "Una Araucana en los Andes". En sus escritos se evidencia la pérdida de la autonomía sociopolítica mapunche en Coñaripe y sus alrededores en la década de 1940, ya que los conflictos eran llevados ante Carabineros de Lican Ray y ya no ante los lonko y mayores de la comunidad.
Además se evidencia la paulatina pérdida de cultivos nativos, plantas domesticadas y semidomesticadas de gran valor alimenticio como el Dawe (Quinoa), Mangu (Bromus mangus), el Lanco y la Teca, fundamentales para la seguridad y soberanía alimentaria mapunche, que habían coexistido con el trigo, cebada, avena y centeno hasta ese entonces. Estos cultivos también los documenta el sacerdote Mosbach en su libro Botánica Indígena. Es importante mencionar que la anciana mapunche entrevistada por Hilger hace alusión a que las mejores tierras cultivables del valle estaban cultivadas con cereales (trigo, quinoa, etc.) por una parte y el resto se encontraban cubiertas de estos cereales semidomesticados en estado silvestre a los cuales se recurría para hacer el pan o tortillas de las mañanas.
A finales de la década de 1940 y a principios de la década de 1950 producto del crecimiento de la población mapunche y al arribo de colonos gracias a la actividad maderera, es que se empiezan a poblar sectores altos del valle como el "Camino a los Cajones" o camino al Parque Nacional Villarrica, fundado el 28 de noviembre de 1940 por Decreto Supremo n° 2236 del Ministerio de Tierras y Colonización. En los cajones cordilleranos se fueron asentando aserraderos, ya que en estos cajones o valles cordilleranos cerrados existían gran cantidad de maderas nativas de excelente calidad. Hasta el km 7 subiendo por el camino a Los Cajones desde el poblado de Coñaripe se extiende el territorio otorgado por el título de merced, desde ahí hasta el km 25 donde termina el camino en lo alto de la cordillera el territorio quedó legalmente inscrito como Fiscal y fue otorgado paulatinamente a los colonos chilenos que iban llegando.
Algunas familias mapunche se desplazan a vivir a dos pampas naturales en latitudes más altas del valle; la de Hutra Pulli en el km 4 y la de Pualafquén en el km 6, en lugares denominados como reserva de la comunidad, destinados a ser ocupados en un futuro por los descendientes, a medida que se amplíe la comunidad, dentro de los límites del título colectivo de propiedad. Estas pampas o claros de bosque naturales fueron ampliadas mediante tala y fuego por parte de los mismos mapunche para el establecimiento de la agricultura y la ganadería. En 1952 se funda la escuela católica de Trelehueno en la cual estudiaron la gran mayoría de los habitantes de Los Cajones, aun en funcionamiento.
Colonos provenientes de Cudico y de otros lugares piden permiso para pasar a los valles de las altas cordilleras buscando los baños termales y pampas para asentarse con sus familias, cuestión que es aceptada en buenos términos por los hombres mapunche mayores de la época, quienes por ese entonces eran los que tomaban las decisiones y según fuentes orales, se conmovieron al ver llegar a caballo gran cantidad de personas, incluidas mujeres amamantando.
De forma excepcional un mapunche llamado Manuel Huenullán obtiene con ayuda de un cura católico una porción de tierra que había quedado fuera del título de merced y catalogado como propiedad fiscal, adyacente al territorio comunitario determinado por el Estado, en el sector llamado Pualafquén. Con posterioridad la propiedad pasa a manos de colonos extranjeros y actualmente se encuentra subdividido en cientos de parcelas en el denominado Eco Pueblo Pualafquén.
En 1960 acontece el famoso terremoto de Valdivia y en 1964 la erupción que destruye el pequeño poblado de colonos de Coñaripe. Ambos eventos geológicos determinarán la historia de Coñaripe.
En el terremoto de 1960 muchas familias pierden seres queridos, especialmente sensibles son las pérdidas de mujeres y niños que vivían cerca de los cerros que se desplomaron y que ese día domingo permanecían en sus casas mientras los hombres jugaban fútbol, tradición por ese entonces recientemente adquirida por los hombres mapunche. Así mismo, subida del nivel del lago Calafquén inunda las casas de varios colonos en Coñaripe, primero por causas naturales debido a los derrumbes del terremoto y luego por causas artificiales en el marco del evento épico denominado Riñihuazo, debido al taponamiento planificado de su desagüe natural para evitar la subida del lago Riñihue y la posible destrucción de todos los poblados desde Riñihue hasta la ciudad de Valdivia
Luego de estos sucesos, se gesta la maliciosa idea de que los mapunche de Coñaripe habían muerto en su mayoría, por lo que ahora los procesos de colonización podrían acelerarse. Así se consolida la idea de un asentamiento definitivo para los colonos chilenos, provenientes principalmente de los valles centrales del país, que estaban hasta ese entonces arrendando u ocupando las tierras de los mapunche de forma relativamente consensuada, como ya se ha mencionado.
Los colonos comienzan a pedir ayuda al gobierno amparados por la reciente ley n°14511 del año 1961, en el período del presidente Jorge Alessandri, logrando expropiar 40 hectáreas en un primer proceso mediante Decreto Supremo n° 1460 de octubre de 1961.
El fatídico lahar volcánico de 1964 que cobró la vida de 22 personas y destruyó por completo el poblado de Coñaripe ubicado en las tierras recientemente expropiadas, sumado al impacto mediático que esto generó, produjeron que se expropiaran 10 hectáreas más, en un segundo proceso expropiatorio, mediante el Decreto Supremo n°674 de mayo de 1964. Este e proceso se aceleró a modo de emergencia por el invierno que se avecinaba y además porque gran parte de las tierras expropiadas en una primera instancia tenían gran riesgo de ser arrasadas por lahares o flujos volcánicos como lamentablemente ya se había corroborado.
Ambos procesos expropiatorios resultaron en que el Estado terminó apropiándose de forma ilegítima mediante una decisión unilateral sin el consentimiento de los mapunche y sin pago alguno de por medio, de las 50 hectáreas más llanas y fértiles del valle de Coñaripe, adyacentes al lago y a zonas de vegas o humedales y regadas naturalmente por muchos esteros o "witrunko" y manantiales o "wufko", tal como relata el Lonko Rosamel Antimilla Punolef en una carta del 26 de abril de 1961 en la cual expresa la oposición de la comunidad de Kona Rüpü Mapu a dicho proceso expropiatorio de las tierras fértiles.
Uno de estos manantiales es "La Correntada" o "Pillañ leufu" (Río del Volcán), que es un río subterráneo que aflora muy cerca del lago en forma de manantial con agua pura y fría que abasteció al pueblo antiguo y al nuevo de agua para consumo doméstico y lavado de ropa, entre otros usos, razón por la cual también fue un importante centro de encuentro de los vecinos y vecinas.
Como relata el lonko Rosamel en su carta, la monja Hilger en sus escritos, así como en tantos relatos orales del lof, en esas tierras expropiadas se desarrollaban los cultivos más importantes del lof, principalmente de trigo, en el cual participaban colaborando muchas personas de la comunidad que eran retribuidas con un "almur" o "almud" (unidad de medida) de trigo por persona al día. Este evento sumado a otras situaciones históricas como sequías, ratadas por el florecimiento de las quilas y colihues, cambios de gobierno y del funcionamiento de las empresas (Gobierno de la Unidad Popular presidido por Allende entre 1970 y 1973 y Dictadura Cívico-militar del General Pinochet entre 1973 y 1989) precipitan una gran migración de mapunche konarüpüche a ciudades como Villarrica, Temuco o Santiago de Chile.
En 1972 se proclama la ley 17729 que buscaba supuestamente un reordenamiento armónico y justo de la propiedad y derechos indígena. Esta ley es derogada en 1973.
Durante el gobierno del general Pinochet se promulga el DFL 2568 de 1979 mediante la cual buscaba finiquitar la propiedad colectiva indígena e instaurar la propiedad individual de cada jefe de familia. En 1982 se comienzan a mensurar los campos habitados por las familias mapunche dentro del lof, se cancelan los títulos de merced y se otorgan títulos a cada jefe familiar, este proceso es conocido por los mapunche como "La Mensura" y trajo consigo por un lado la seguridad de la propiedad de la tierra familiar y por otro profundas divisiones entre familias.
En 1993 se crea ya en democracia la ley indígena 19253 que pretende proteger y ampliar el territorio indígena y más costumbres, leyes y espiritualidad, sin embargo, lejos de eso el territorio ha ido disminuyendo debido a artimañas legales como los "arriendos por 99 años de chilenos a mapuche" y las "cesiones de derechos hereditarios" , con los cuales abogados y burócratas crearon una doctrina amparada en una falaz interpretación de la legislación indígena, tal como queda denunciado en las actas e informe final de la Comisión Especial Investigadora N° 26 de la Cámara de Diputados De las actuaciones de los órganos de la administración del Estado en relación con la adquisición de tierras indígenas, particularmente en las regiones del Biobio, La Araucanía y Los Ríos, en la cual participaron Conservadores de Bienes Raíces, abogados y mapunche afectados por la venta ilegal de su territorio, incluida gente de Coñaripe respecto los loteos ilegales del sector de Los Cajones, Coñaripe Alto y al loteo del humedal sagrado Chankafiel.
Ya a fines de los años 90, con el asfaltado de la ruta que une el poblado con Lican Ray, Coñaripe sufre un nuevo impulso, esta vez con el turismo como motor principal, desarrollándose un cada vez más amplio equipamiento turístico de alojamiento, alimentación y de servicios.
Desde la década de 1970 el poblado de Coñaripe se va consolidando como un centro de abastecimiento para las comunidades mapuche de los alrededores y para los colonos. En la actualidad el pueblo adyacente al balneario de 3km de playa de agua dulce, la cercanía a los baños termales, al P.N. Villarrica y la gran cantidad de oferta de alojamientos, gastronomía y deportes en la naturaleza han producido un auge económico notable que trajo consigo un crecimiento demográfico considerable, que a su vez incentiva la creación de nuevas viviendas que requieren de cada vez más mano de obra, tributando a su vez, en mayor crecimiento económico.
Sin embargo, desde principios del siglo XXI los procesos de turistificación y gentrificación también han transformado la forma de vida tradicional que ha caracterizado la ruralidad mapuche y chilena por siglos, así mismo estos procesos han cambiado la forma en la que se ejerce la colonización por parte del Estado y grupos de poder. La turistificacón transforma los territorios ancestrales indígenas en función de la economía de las sociedades mayoritarias, de las sociedades dominantes tal como el artículo "Patrimonialización turística y autonomías en territorios indígenas protegidos: Experiencias contemporáneas del Alto Biobio, Chile." de Beroiza, Pilquiman, Cid, de la Maza y Cea, menciona: "En esta expansión del capitalismo contemporáneo, el turismo funciona como un agente activo para la apropiación de los bienes comunes naturales y la cultura de los pueblos (Palafox et al., 2016)."(...) "...en territorios que históricamente han pertenecido a pueblos indígenas, han suscitado su transformación con la irrupción y desarrollo de un turismo folclorizado y de masas, generando desposesión, marginación y segregación y, particularmente, la mercantilización de las producciones orientadas a la satisfacción del turista (Cummings, 2015; Pixová y Sládek 2016; De la Maza y Calfucura 2021; Skewes et al. 2021), trastocando, en consecuencia, formas sociales, sistemas de propiedad, formas de vida, prácticas materiales y subjetividades de los pueblos indígenas (López y Marin, 2010; Pilquimán et al., 2020)."
La gentrificación, por su parte es un fenómeno sociopolítico en auge a nivel mundial, principalmente asociado al reemplazo de poblaciones sub-alternizadas y empobrecidas en ciertos barrios, lugares o localidades por poblaciones de estratos de mayor poder hegemónico, todo ello mediante la complicidad de las autoridades y una paulatina planificación social.
En áreas rurales como Coñaripe, situaciones aparentemente inofensivas que en un primer momento otorgan gran beneficio a la población local, como la consolidación infraestructuras viales como caminos y puentes, la formación de nuevas poblaciones urbanas o semi urbanas en lugares importantes de las comunidades locales, así como la diversificación de servicios que atraen a mayor población foránea, terminan modificando e incluso destruyendo los modos de vida tradicionales, reduciendo al folcklor expresiones que antes eran fundamentales para la economía y la cultura local. La creación de nuevas poblaciones y el arribo de nuevos vivientes al territorio se traduc, por ejemplo, en un aumento de los precios de la canasta básica y en el aumento plusvalía de los terrenos, los cuales son cada vez más presionados por la especulación inmobiliaria, que opera principalmente sin regulación ni planificación y de forma ilegal, incluso llegando a ocupar métodos como amenazas o ataques a líderes o voceros locales que defienden los modos tradicionales de vida. Estos procesos degenerativos de la cultura local son acrecentados debido al impato negativo que tubo la evangelización, escolarización y el afan "civilizador" de los occidentales, los cuales muchas veces han logrado limitar y degradar en gran medida el autorreconocimiento mapunche y las formas propias de ver la vida, la espiritualidad, la ciencia y el derecho propio mapunche.
No obstante lo anterior, cabe mencionar que así como el Padre Sigisfredo utilizó la evangelización con el fin de proteger y "educar" de buena fé a los mapunche, muchos otros colonos hicieron lo propio, ayudando a nutrir el saber, cooperado y laborado en conjunto con los habitantes mapunche durante décadas.
Muestra de lo anterior es la hazaña realizada en 2007, cuando la unión de los decendientes de los colonos chilenos y los mapunche logró paralizar el colosal proyecto de la hidroeléctrica Noruega SN Power, que intentó instalarse entre Coñaripe y Liquiñe, con una inversión de capitales vinvulados a los reyes de Noruega. Este proceso incluyó el viaje a Noruega de voceros de las distintas posturas que habían respecto a este proyecto. La oposición a esta hidroeléctrica por parte de las comunidades mapunche recibió el irrestricto apoyo de comunidades indígenas noruegas Sami, el único pueblo índigena de Europa. En 2013 la hidroeléctrica HidroAconcagua intentó instalarse siendo igualmente frustrada.
Así mismo, durante la pandemia de 2020 a 2023 esta misma únion de habitantes se hizo presente fomentando una serie de lazos y vinculos de cuidado y apoyo recíproco, además de la creación de barreras sanitarias autogestionadas y cuadrillas de vecinos, enfermeros y médicos voluntarios que recorrián los campos prestando apoyo a la gente más necesitada.
Demografía
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Coñaripe cuenta con una población urbana de 1477 habitantes[1] (censo de 2017) y en su distrito censal un total de 4561 habitantes[3] (censo de 2017), los que aumentan significativamente durante la época veraniega en la que miles de turistas arriban al poblado para disfrutar de sus playas y termas.
Sitios de interés
[editar]Destaca la playa de Coñaripe con su hermosa costanera de árboles y con una extensión de casi 3 km. Por ella pasa un tramo del Sendero de Chile. También se encuentra cercana la playa pública del lago Pellaifa, accesible por un paso peatonal.
En el Eje Coñaripe-Liquiñe se encuentran numerosas termas con distintos niveles de equipamiento que conforman la Ruta de la Salud destacando termas como: Termas de Coñaripe, Termas Trafipán, EcoTermas Pellaifa, Termas Río Liquiñe, Termas de Liquiñe, Termas de Manquecura, entre otras.
Otro eje que concentra oferta termal es el del camino Los Cajones, en las que se encuentran las Termas de Vergara, Termas Geométricas y Termas del Rincón. Continuando por este mismo camino es posible llegar a Palguín Alto en Pucón, pasando a través del sector Quetrupillán del parque nacional Villarrica, (dentro del parque solo transitable por vehículos 4×4) uno de los sectores más hermosos del parque con abundante bosque nativo y senderos para recorrer.
También destaca el «sendero del jabalí», el cual incluye a las localidades de Coñaripe, Liquiñe, Choshuenco, Neltume, Puerto Fuy y Panguipulli. Su nombre se debe a que en las diferentes paradas es posible disfrutar de gastronomía basada en la carne de jabalí, visitar criaderos de este animal, tomar contacto con los cazadores y comprar artesanía hecha de cuero de jabalí.
Riesgo volcánico
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Toda el área de Coñaripe y sus alrededores se encuentra en las faldas del volcán Villarrica a menos de 18 km del cráter, por lo que es catalogada como zona de riesgo volcánico.
El área que cubre desde el estero Comonahue hacia el oriente está considerada como una zona con 'peligro muy alto' de verse afectada por lava y por lahares durante las erupciones del volcán Villarrica cuando éstas se originen en el cono o en el cráter principal del volcán. Esto incluye el caserío de Traitraico, los esteros Diuco y Tralco, la totalidad del poblado de Coñaripe y sus alrededores, incluyendo un tramo importante de la ruta T-243-S. Lo anterior se basa en los antecedentes existentes de erupciones ocurridas durante los siglos XIX y XX. En el Mapa de peligros del volcán Villarrica, los bordes del río Llancahue se encuentran bajo clasificación ALI1.[4]
Igualmente, en la parte superior de esta zona puede verse afectada seriamente por caída de piroclastos de 3,2 hasta 1,6 cm de diámetro, con un máximo de entre 10 a 30 cm de espesor de los depósitos.
Deportes
[editar]Fútbol
[editar]Luchador de Coñaripe participó en las ediciones 2009 y 2010 de la Copa Chile, ambas en condición de campeón regional amateur vigente.
Referencias
[editar]- ↑ a b Informe de Censo 2017, de Ciudades, Pueblos y Caseríos, Pag. 151.
- ↑ Instituto Geográfico Militar (2007). «Carta Pullingue G-112 1:50.000». https://www.igm.cl/. Archivado desde el original el 29 de julio de 2017. Consultado el 18 de septiembre de 2016.
- ↑ «DIVISIÓN POLÍTICO ADMINISTRATIVA Y CENSAL - REGIÓN DE LOS RÍOS».
- ↑ SERNAGEOMIN (2000). «Mapa de Peligros del Volcán Villarrica». http://www.sernageomin.cl/. Archivado desde el original el 22 de marzo de 2016. Consultado el 12 de septiembre de 2016.
Enlaces externos
[editar]Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Coñaripe.
- Página oficial de la Ilustre Municipalidad de Panguipulli
- Servicio Informativo de Coñaripe***