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Dinastía Conradina

La dinastía conradina o conradinos o conradiner fueron una dinastía de duques y condes francones entre los siglos VIII y XI que reciben su nombre del duque Conrado el Viejo y su hijo el rey Conrado I de Alemania.

Historia

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La familia se menciona por vez primera en 832, con el conde Gebhard en la región de la baja Lahn. Sus hijos son mencionados en 861 como propinqui (parientes cercanos) de Adelardo el Senescal, que había servido a Luis el Piadoso. Pero el ascenso de la dinastía daría comienzo con Oda, esposa del emperador Arnulfo de Carintia. En vista de su relación familiar con Oda, a menudo se habla de Conrado el Viejo como nepos (sobrino, nieto, descendiente) del emperador. Él y sus hermanos al parecer eran de hecho los parientes más cercanos de Arnulfo, y le apoyaron en su disputa con los condes de Babenberg. Arnulfo les compensó ayudándolos a ampliar sus territorios más allá de sus tierras ancestrales en Hesse, Turingia y las regiones francas a lo largo del río Main.

Tras la muerte de Arnulfo, los conradinos eran los únicos parientes consanguíneos de Luis el Niño, y eso les convirtió en la familia dominante del reino. El hermano de Conrado, Gebhard se convirtió en duque de Lotaringia en 903. En 906, Conrado el viejo y su hijo Conrado el Joven derrotaron decisivamente a los Babenberg en la batalla de Fritzlar, logrando la hegemonía en el ducado de Franconia. Conrado el Viejo murió en la batalla, pero su hijo se convirtió en el nuevo duque de Franconia.

Cinco años después, en 911, tras la muerte de Luis el Niño, el último carolingio en reinar en Francia Oriental, Conrado fue elegido rey como Conrado I —en lugar del carolingio, y rey de Francia Occidental Carlos el Simple—, terminando así con el dominio carolingio en Francia Oriental.

Conrado no tuvo hijos. Tras su fracaso en lograr la unidad y el orden en el Imperio frente a la obstinada oposición de los duques de Suabia, Baviera y Lorena, persuadió a su hermano Eberhard, margrave y posteriormente duque de Franconia, para que renunciara a cualquier aspiración a la corona y recomendó a la nobleza franca que eligieran como rey al que había sido su más encarnizado enemigo, el poderoso duque de Sajonia, Enrique el Pajarero. Pensaba que era el único capaz de garantizar la unidad entre las tribus alemanas y preservar el Imperio. Eberhard accedió a la petición de Conrado y Enrique fue elegido en el Reichstag de Fritzlar en 919.

Con ello, los conradinos recuperaron su estatus de príncipes locales. El hermano de Conrado, Eberhard, nuevo duque de Franconia, se mantuvo leal a Enrique I y durante un tiempo (926-928) incluso gobernó el conflictivo ducado de Lotaringia, con el propósito de restaurar el orden. Sin embargo, en 939, cuando el hijo de Enrique, Otón el Grande se convirtió en rey y emperador, Eberhard se unió a Arnulfo de Baviera y Thankmar, hijo del primer matrimonio de Enrique, en una rebelión que terminó con la derrota y muerte de Eberhard en la batalla de Andernach y la pérdida del ducado de Franconia.

En 982 la familia recuperó temporalmente el ducado de Suabia, pero sólo lo mantuvieron hasta 1012. En 1036, falleció el último conde conradino, extinguiéndose la línea masculina de la dinastía.

Genealogía

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Línea primogénita

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Gebhard, conde de Lahngau (Austrasia) (fallecido en 879).

Línea cadete

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Conrado I, duque de Suabia (fall. 997), también Kuno de Öhningen, origen incierto, probablemente, nieto del conde Gebhard de Ufgau; esposo de Richlint, un vástago de la dinastía sajona.

Véase también

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Fuentes

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  • Reuter, Timoteo (trans.) Los Anales de Fulda. (Manchester serie Medieval, del Siglo Ix Historias, Volumen II.) Manchester: Manchester University Press, 1992.