En la noche del 15 de mayo de 2015, elementos de la Fuerza Delta estadounidense llevaron a cabo una incursión terrestre en territorio sirio con el objetivo de capturar a Abu Sayyaf, un jerarca de origen tunecino del grupo terrorista Estado Islámico que se encargaba de dirigir operaciones financieras de la organización, así como de contrabando de petróleo y gas,[1] que representan un importante caudal de ingresos para el EI.[2]
Los helicópteros UH-60 y aviones Bell-Boeing V-22, empleados por las fuerzas especiales, recibieron fuego de armas ligeras apenas aterrizaron.[2] Se desató un combate «mano a mano», en el que murieron alrededor de 12 yihadistas,[1] más otros 19 en los ataques aéreos que acompañaron a la operación, según el OSDH. Abu Sayyaf pereció al enfrentarse a las fuerzas estadounidenses. Su esposa, Umm Sayyaf, fue detenida y trasladada a un centro de detención en Irak, sospechosa de haber sido partícipe en el cautiverio de una mujer yazidí que fue liberada.[1]
Los cuerpos de trece yihadistas, junto con varios heridos, fueron trasladados más tarde al hospital de la ciudad de Mayadin.[1]