Josefa Sanromán , la enciclopedia libre

Josefa Sanromán Castillo
Información personal
Nombre de nacimiento María Josefa Victoriana Sanromán Castillo Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 23 de marzo de 1829
Lagos de Moreno, Jalisco
Fallecimiento 1889
Ciudad de México
Nacionalidad mexicana
Familia
Padres Blas Sanromán Gómez y María de Jesús Castillo González Sanromán
Cónyuge Carl Haghenbeck
Hijos

Carlos Haghenbeck Sanromán Agustín Haghenbeck Sanromán

María de Jesús Haghenbeck Sanromán
Familiares Juliana Sanromán Castillo
Educación
Alumna de Pelegrín Clavé Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación pintora

María Josefa Sanromán Castillo (Lagos de Moreno, Jalisco, 23 de marzo de 1829-Ciudad de México, 1889[1]​) fue una artista plástica mexicana de la mitad del siglo XIX.

Biografía

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Josefa Sanromán nació en Lagos de Moreno, Jalisco, el 23 de marzo de 1829. Creció en una familia de siete hermanos, fue hija de María de Jesús Carrillo Gonzáles Sanromán y Blas Sanromán Gómez, comerciante y partícipe de la Academia de San Carlos. Fue considerada precursora artística de la colaboración femenina, siendo partícipe de la pintura en México, debido a la poca accesibilidad de acción que tenían las mujeres en distintas actividades de la vida cotidiana. Realizó obras que destacan por la calidad, en su mayoría retratos.[2]

No se tiene un dato certero de cómo da inicio en el mundo de la pintura, pero se ha encontrado similitud en sus retratos con los de Pelegrín Clave,[3]​ quien participaría como su mentor además de haber elaborado retratos de ella y su hermana Juliana Sanromán Castillo, exhibidos en el año de 1853.[2]​Retrato que después rehace.

Josefa Sanromán fue una las pintoras mexicanas del siglo XIX que la historia del arte relegó por su género y considerar su trabajo como una expresión de autoconsumo que no debía ser expuesta en museos ni adquirida por coleccionistas. Este fenómeno fue experimentado por varias artistas que fueron reducidas a “las señoritas pintoras” con el deber de abandonar el pincel para convertirse en buenas amas de casa y no asumirse como creadoras independientes con capacidad creativa para enriquecer el canon de la tradición mexicana.[4]

La Academia de San Carlos y la presencia femenina

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No fue hasta finales de la década de los ochenta del siglo XIX, que las mujeres fueron aceptadas como alumnas en la Academia de San Carlos. Sin embargo, antes de que eso fuera posible, como participación externa las señoritas mexicanas colaboraron en las exhibiciones de los ''salones de pinturas remitidas'', abriendo una brecha para la aportación femenina. De tal modo que Josefa Sanromán participó únicamente en cuatro exposiciones, una en 1850, otra en 1851 y dos en 1855. En este último año, presentó dos obras La convalecencia y La lectura, dotadas de elementos naturales, apegadas al realismo y virtuosismo en la técnica.[5][6]

Retrato y autorretrato femenino

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(Interior del) Estudio de una artista, ca. 1849, de Josefa Sanromán Castillo, préstamo temporal de la Fundación Cultural Antonio Haghenbeck y de la Lama IAP al Museo Nacional de San Carlos.

El rol fundamental asignado a las mujeres durante la segunda mitad del siglo XIX estuvo restringido al cuidado de la familia y a la educación de los hijos. Estos ideales de mujer y de familia de la oligarquía porfiriana entraron en contradicción con las necesidades del desarrollo industrial del país, que al requerir de la mano de obra femenina alejó a las mujeres de sus hogares.[7]

De tal modo que la categoría de escenas domésticas en la pintura, era aceptado, siendo apto para las mujeres, de tal modo que cumple con las convicciones de la época y la vida hogareña. En su autorretrato combina lo costumbrista con lo alegórico y expone la vida social de aquel entonces, además de añadir sus propias perspectivas alternativas como mujer artista, viviendo los inicios de la reivindicación por el derecho educativo de las mujeres.[8]

Sus retratos demuestran que no hay una sola forma de creación de la naturaleza femenina, basada en su experiencia, desafía algunas de las costumbres y creencias asentadas durante siglos, afirmando su capacidad intelectual y creadora con singular fuerza y convicción. Siendo la lucha por el derecho a trabajar y por el reconocimiento de la capacidad intelectual de la mujer, característicos de aquel entonces que se expresan en sus obras de forma reveladora.[8]

Obras

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Retratos
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  • El del señor Miguel Cortina Chávez, elaborado en 1853, expuesto en 1855
  • El de su hija María de Jesús Haghenbeck 1863
  • El de su esposo, el señor Carlos Haghenbeck
Bodegones
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  • El frutero con flores

Referencias

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  1. Documentos de la familia Haghenbeck en México, Fundación Cultural Antonio Haghenbeck y de la Lama IAP (inédito)
  2. a b «JOSEFA SANROMÁN LAGUENSE PIONERADELAPINTURA HECHA POR MUJERES EN MÉXICO». 6 de diciembre de 2021. 
  3. Larrea, Diana (19 de febrero de 2023). «Juliana Sanroman (1826-1852)». Tal día como hoy. Consultado el 30 de noviembre de 2023. 
  4. TALAVERA, JUAN CARLOS (18 de agosto de 2023). «Fueron pintoras a contracorriente». Excélsior. Consultado el 13 de noviembre de 2023. 
  5. Tania, García Lescaille (13 de marzo de 2013). «La entidad femenina en los salones de remitidos de San Carlos: dinámica entre discursos y normas (1850-1898) | Dimensión Antropológica». Consultado el 8 de noviembre de 2023. 
  6. «¿Cómo citar? | Dimensión Antropológica». Consultado el 13 de noviembre de 2023. 
  7. Cabana Iglesia, Ana; Freire Paz, Elena (20 de junio de 2018). «Haciendo barro, produciendo género. Mujeres en la alfarería de la Galicia rural desde finales del siglo XX.». Arenal. Revista de historia de las mujeres 25 (1). ISSN 1134-6396. doi:10.30827/arenal.vol25.num1.53-70. Consultado el 13 de noviembre de 2023. 
  8. a b Comisarenco Mirkin, Dina (5 de noviembre de 2010). «Diosas y madres, el arquetipo femenino en Diego Rivera». Athenea Digital. Revista de pensamiento e investigación social (19): 191. ISSN 1578-8946. doi:10.5565/rev/athenead/v0n19.670. Consultado el 13 de noviembre de 2023. 

Bibliografía

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  • Comisarenco Mirkin, D. (2012). Aquí nos pintamos nosotras: el autorretrato femenino enel México moderno.
  • García-Peña, A. L. (2016). De la historia de las mujeres a la historia del género. Contribuciones desde Coatepec, (31).
  • Gutiérrez, A. S. (2000). De la mujer ideal a la mujer real. Las contradicciones del estereotipofemenino en el siglo XIX. Cuicuilco, 7(18), 0.
  • Lescaille, T. G. La entidad femenina en los salones de remitidos de San Carlos: dinámica entrediscursos y normas.
  • Olvera López, D. O. L. (2020, 23 julio). Las hermanas Sanromán; precursoras de la pinturahecha por mujeres. . . Secretaría de Cultura. gob. https://www.gob.mx/cultura/articulos/las- hermanas-sanroman-precursoras-de-la-pintura-hecha-por-mujeres-en-mexico?idiom=es
  • Redacción, N. (2021, 6 diciembre). JOSEFA SANROMÁN LAGUENSE PIONERADELAPINTURA HECHA POR MUJERES EN MÉXICO - Noticias de la Provincia. Noticias de la Provincia. https://elprovincia.com/cultural/josefa-sanroman-laguense-pionera-de-la-pintura- hecha-por-mujeres-en-mexico/
  • Talavera, J. C. (2023, 18 agosto). Fueron pintoras a contracorriente. Excélsior. https://www.excelsior.com.mx/expresiones/fueron-pintoras-a-contracorriente/1603929

Enlaces externos

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