Miguel García de la Herrán , la enciclopedia libre

Miguel García de la Herrán
Información personal
Nacimiento 28 de enero de 1880 Ver y modificar los datos en Wikidata
San Fernando (España)
Fallecimiento 20 de julio de 1936 Ver y modificar los datos en Wikidata (56 años)
Madrid (España)
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Militar e ingeniero Ver y modificar los datos en Wikidata
Conflictos Guerra civil española y guerra del Rif Ver y modificar los datos en Wikidata

Miguel García de la Herrán y Martínez (San Fernando, 28 de enero de 1880-Madrid, 20 de julio de 1936) fue un militar e ingeniero español. Tras el golpe de Estado de julio de 1936, estaba a cargo del Unidades del Cantón de Carabanchel con el cargo de general de brigada, siendo uno de los generales involucrados en la sublevación en Madrid.[1]​ Al mando de un millar de hombres, intentó conectar mediante un convoy de refuerzo con el Cuartel de la Montaña cuando, en un encontronazo con milicianos, fue muerto por herida de bala.[2]​ Sin embargo, según la versión del periodista Julián Zugazagoitia, testigo directo de los hechos, fue fusilado junto al general Fanjul, previo proceso legal por rebelión tras la rendición de los insurgentes del Cuartel de la Montaña.[3]

Biografía

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Ingresó como cadete en la Academia de Guadalajara en 1895, y fue 2.º teniente por haber terminado los estudios reglamentarios. En 1899 pasó a ser 1.er teniente, acabando su formación en el año 1899 con el grado de teniente. En 1905 ostentaba el empleo de capitán por antigüedad. Destinado a Melilla, participa en 1910 en diversas operaciones militares. Fue comandante de ingenieros por méritos de guerra en 1913, y teniente coronel por antigüedad en 1923. En la provincia de Larache ordena y supervisa la construcción de un puente permanente sobre el río Lucus.[4]​ Ganó experiencia militar en 1924 participando en diversas acciones de guerra en la zona de Melilla. Fue un mando en el desembarco de Alhucemas y, más tarde, ascendido a coronel por méritos de guerra, llevó a cabo una intensa labor en la mejora y mantenimiento de la red de comunicaciones del Protectorado. Ya en la península ibérica y en la época de la dictadura de Primo de Rivera, solicitó el pase a la reserva. Careció de mando desde el 3 de enero de 1931 y 1936.[5]

Apoyó activamente al general Sanjurjo durante la denominada "Sanjurjada" del 10 de agosto de 1932, y fue condenado a cadena perpetua, siendo trasladado junto con Sanjurjo a las prisiones militares de Madrid en agosto de ese mismo año, aunque sería amnistiado durante el gobierno de Lerroux.[6][7]​ Cuando se produjo la sublevación militar, se le encargó el mando de las unidades acantonadas en Carabanchel,[8]​ aunque cayó abatido en un confuso tiroteo durante la operación de conexión con el Cuartel de la Montaña (bajo el mando del general Fanjul). Sin embargo, testigos directos de los hechos, como el periodista Julián Zugazagoitia, afirman que fue procesado por rebelión y fusilado junto al general Fanjul tras un proceso penal.[3]Existe documentación donde aparece el traslado de su cadáver en ambulancia sobre las 12 horas del 1 de junio de 1940 a San Fernando.[cita requerida]

Véase también

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Referencias

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  1. Joaquín Arrarás (1969), Historia de la segunda República Española, Volumen 1, Editora Nacional, p. 533.
  2. Guillermo Cabanellas (1973), La guerra de los mil días: nacimiento, vida y muerte de la II República Española, Volumen 1, Grijalbo, p. 479.
  3. a b Zugazagoitia, Julián (1977). «Capítulo 7». En Editorial Crítica, ed. Guerra y vicisitudes de los españoles. Grijalbo. p. 82. ISBN 84-7423-010-1. 
  4. Marruecos y Andalucía: ciudades históricas: actas de las Jornadas "Rehabilitación e intervención en las ciudades históricas de Andalucía y el norte de Marruecos": Tetuán (29 octubre al 1 noviembre).
  5. Maximiano García Venero (1973), Madrid, Julio 1936, Ediciones Tebas, p. 294.
  6. Orden, circular, disponiendo que D. Miguel García de la Herrán sea restituido a la categoría de General de brigada en activo a partir de 3 de enero de 1931 hasta el día 25 de agosto de 1932, en que, a causa de la condena que le fue impuesta, pasó a la de separado del servicio, en cuya situación continúa, en la web de la Gaceta de Madrid, núm. 52, de 21 de febrero de 1936, páginas 1484 a 1486.
  7. Clara Campoamor (2002), La revolución española vista por una republicana, Madrid, L. Español, p. 103.
  8. Luis Romero (1994). Tres días de julio (18, 19 y 20 de 1936), Ariel, p. 200.