Neutralidad , la enciclopedia libre

La neutralidad, del latín neuter ('ni uno ni otro'), consiste en no tomar partido y renunciar a toda injerencia en un conflicto o diferencia de opiniones.[1]​ Es importante no confundirla con conceptos como la objetividad y la imparcialidad.[2]

Se considera que la neutralidad no es una virtud en sí, ya que puede provenir de la indiferencia, el miedo o la cobardía.[2]​ Por otra parte, la neutralidad puede provenir de la necesidad de autoprotección, de la idea de que el bien y el mal existen en las partes, o de la moderación para favorecer una causa que se considera más importante, entre otros.[2]

En derecho público internacional

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La neutralidad en el derecho internacional, es la no participación en una guerra por parte de un país. Las relaciones entre países neutrales y beligerantes están reglamentadas por diversas normas internacionales. Según estas, los estados neutrales no deben actuar a favor de ninguno de los bandos, en tanto que los beligerantes deben respetar la soberanía de los países neutrales. También puede haber países no neutrales y no beligerantes al mismo tiempo, por ser aliados de algún país beligerante, pero no intervenir militarmente en el conflicto.

Las reglas referidas a la neutralidad son complejas y suelen ser interpretadas de manera muy diferente según se trate de un estado beligerante o neutral. En principio los ciudadanos de países neutrales pueden comerciar libremente con los países beligerantes, pero si estos imponen un bloqueo, ese bloqueo debe ser respetado.

Véase también

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Referencias

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  1. «Neutralidad». Definición.de. Consultado el 28 de octubre de 2023. 
  2. a b c Haug, Hans (1 de noviembre de 1996). «La neutralidad como Principio Fundamental de la Cruz Roja». www.icrc.org. Consultado el 18 de marzo de 2016. 

Enlaces externos

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