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Antonio Arcos
Información personal
Nombre completo Antonio Santiago Arcos Arjona
Nacimiento 2 enero de 1792
Bandera de España Almería, Andalucía, Imperio español
Fallecimiento 7 de agosto de 1862 (70 años)
Bandera de Francia París, Segundo Imperio
Nacionalidad Español
Ciudadanía Español
Lengua materna Español
Familia
Padres

José Arcos Bazán

Maria de los Dolores Arjona Palavicino
Cónyuge Isabel Petronila Arlegui Rodriguez
Hijos Antonio, Domingo, Santiago, Francisco Javier
Educación
Educación Ingeniero Militar
Educado en Academia de Ingenieros Militares de Alcalá de Henares
Información profesional
Ocupación Ingeniero militar y banquero
Años activo 1808-1819 Militar 1823-1862 comerciante, especulador bursátil y banquero

Antonio Arcos y Arjona (Almería, 1792- París, 1862) fue un ingeniero militar y banquero español que actuo en la guerra de independencia de Chile, radicado en Francia a partir de 1823-1824

Biografía

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Arcos y la independencia de Chile

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Arcos desertó del ejército español para sumarse a las tropas napoleónicas. Con la derrota de estas, huye primero a Inglaterra y más tarde a los Estados Unidos. Decidido a sumarse a las luchas por la independencia americana, llega a Buenos Aires, Argentina a fines de 1814. A principios del año siguiente fue convocado a Mendoza por José de San Martín, quien se encontraba planificando el cruce de los Andes para liberar a Chile del dominio español. Fue su ayudante de campo con el grado de Sargento Mayor y colaboró en el relevamiento geográfico previo al cruce de la cordillera.

El 4 de febrero de 1817, los 200 hombres a su mando (entre quienes se encuentra Juan Lavalle) derrotan a los españoles en la batalla de Achupallas. También luchó en batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817). Existe una carta fechada el 22 de abril de 1817, donde el general Bernardo O'Higgins escribe a Juan Gregorio de Las Heras ordenando el reintegro de Arcos al ejército. Junto a Jorge Beauchef, crea la Escuela Militar, de la que fue el primer director.

Se lo recuerda especialmente por haber diseñado la bandera de Chile, a partir de una idea de José Ignacio Zenteno (aunque algunos autores asignan su diseño a Gregorio de Andía y Varela).

La víspera del desastre de Cancha Rayada (19 de marzo de 1818), San Martín comisiona a Arcos para que alerte a las divisiones próximas a Talca. Arcos abandona su puesto[1]​ y se fuga a Valparaíso, donde es capturado y llevado a Santiago de Chile, donde es encarcelado por desertor. San Martín le conmuta la pena y es degradado a simple soldado del Regimiento de Granaderos a Caballo.

Tras la consolidación del triunfo independentista se hace cargo de la Proveeduría del Ejército chileno y se dedica a los negocios privados. Se casa con Isabel Arlegui, de familia aristocrática pero venida a menos, y se enriquece rápidamente.

Los enemigos del entonces Director Supremo de Chile O'Higgins acusan al ministro José Antonio Rodríguez Aldea y al propio Arcos de haberse beneficiado de los contratos con el Ejército. Se acusó a Arcos, por ejemplo, de adulterar la pólvora durante la Guerra a Muerte.

Dice María Graham, en su Diario de mi residencia en Chile¹:[2]
[A los marineros y oficiales] se les dan pagarés por veinticinco pesos, de los que sólo reciben cuatro en dinero; están obligados a invertir el resto en los almacenes que, con este fin, ha establecido Arcos en el puerto.

Cuando cae O'Higgins (1823), Arcos se exilia, primero en Mendoza y, tras buscar a su mujer y sus 4 hijos, en Brasil, donde alterna con la corte y gestiona la decoración de las mansiones y, finalmente, en Francia, donde se relaciona con el mariscal Jourdain, antiguo oficial de Napoleón y, gracias a él, con el banquero Jacobo Lafitte. Arcos se dedica con éxito a los negocios financieros.

Fundador del primer banco de Chile

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A principios de 1849, impulsado por la revolución, sigue los pasos de su hijo Santiago y regresa a Chile. El 26 de julio de ese año obtiene licencia del gobierno para abrir en Valparaíso el primer banco chileno: Banco de Chile de Antonio Arcos y Cía,[3]​ cuyo enfoque comercial moderno —toma depósito, da crédito a 3 y 6 meses, descuenta documentos y emite papel moneda— hace peligrar el negocio de los prestamistas criollos. Sin embargo, estos pronto involucran al gobierno, cuyas desmedidas exigencias obligan a Arcos a cerrar el banco en abril de 1850.[4]​ Desengañado, vuelve a París, donde muere al año siguiente, legando importantes sumas de dinero.

Lo recuerdan una calle del barrio de Belgrano, en Buenos Aires y un calle en el barrio Kennedy de Quito, Ecuador. También un cerro en la Provincia de Mendoza

Referencias

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